
...después de tanto quilombo pa conseguir la gilada no había nada más lindo en la vida que el momento en que sus ojos se abrían luego de la primera seca sus ojitos de hadita ya felices aunque la droga todavía no le pegara tosía y me miraba me tiraba toda la mirada encima como chispas de virulana encendida porque la muy guacha sabía que todo el bondi para conseguirle el vicio yo me lo morfaba sólo por ese momento y para repertirlo el bondi me lo iba a volvé a morfar siempre entonces se reía y recién después de la segunda seca la lata volvía a mí y mientras yo me quemaba lo dedo ella con una sonrisa me abrazaba el pecho se acariciaba la panza y ahora sin mirarme decía: gracias Tata, ojala nuestro bébe salga tan bueno como vos
Pinto el arrebato - poesia tumbera- Oscar Fariña
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